El tratado de impaciencia que firme hoy
elimino la tolerancia de los poetas incrédulos,
el tratado decía que no hay tratos de poetas,
Y sin tratados no hay escritos validos
por que no hay poesía valida
sino sensación en la poesía.
Solo vine a este mundo de la “razón” a firmar un trato,
el de la impaciencia del poeta
y es que ¡no logro controlarme!,
¡que la métrica, la palabra, la lingüística!
¡que el soneto que el verso y la rima típica!
que bla-bla-bla de la poesía.
Existen poetas incrédulos,
sabios del control del conocimiento,
que le ponen medidas a la poesía,
en vez de alegría, emoción y sentimiento.
Prefiero ser crédulo de la poesía,
del gusto de leer al otro,
de saber que en sus palabras se les va el alma,
de la sabiduría de sus puños,
de las ansias del que ama
y mas aun de la palabra de su corazón,
ese que olvida el pensar de lo que se dice,
para sentir lo que se piensa.
BELLOC AGUILAR LEONARDO
jueves, 4 de febrero de 2010
EL TRATADO DE IMPACIENCIA QUE FIRME HOY
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